lunes, 3 de junio de 2019

Sesión número 7: Jardín Botánico de la Concepción


La maravillosa vegetación que conserva muy cuidada el Jardín Botánico de la Concepción, guarda también tesoros  faunísticos sobre todo en lo referente a aves. Colindante a un bosque de pinos, la mayoría Pinus halepensis, acoge a una gran variedad de especies de aves propias del bosque mediterréneo. En nuestro recorrido por el jardín histórico, se debe estar atento tanto al suelo, como a los arbustos, como a las copas de los árboles y al cielo, donde no dejan de pasar gaviotas patiamarillas y vencejos y aviones comunes en ocasiones.
Entre estos pajarillos se dejan ver el petirrojo europeo, el chochín, el pinzón vulgar, el agateador común, el mito, los herrerillos común y capuchino, el carbonero común y el carbonero garrapinos ("pajarillo del agua"). Más difícil es observar al reyezuelo listado, aunque si se tiene suerte este pajarito, el más pequeño de Europa, se muestra indiferente a la presencia del ser humano, por lo que se podría disfrutar de su avistamiento incluso a simple vista, a pesar de su pequeño tamaño. Muy frecuentemente se observa al mirlo común nada tímido en este lugar. Otro visitante es el papamoscas gris que también se instala en primavera en este jardín. Los verdecillos, verderones y jilgueros están por todas partes, y sus cantos enseguida los delatan y se observan con facilidad en las zonas altas de las copas de los árboles y cables. Se puede disfrutar fácilmente del canto del ruiseñor común pero como es un pájaro muy tímido es difícil observarlo. Son abundantes en el jardín las currucas capirotadas y se recomienda estar atentos a su precioso canto. Hemos sabido que la oropéndola visita el jardín en época estival y otras especies de currucas como la carrasqueña o la mirlona.
Se trata de una visita de interés ornitológico absolutamente recomendada.